Con extrañeza, Carlos Hernández, recibe la noticia publicada por La Discusión, en el que se retrata el caso de Valeria Romero, quien busca a su hijo (a) nacido el 3 de abril de 1998 en el Hospital Herminda Martín de Chillán.
La mujer aparece entre las 90 madres que denuncian que les fueron arrebatados sus hijos al nacer bajo el pretexto de que nacieron sin vida, pero del cual nunca recibieron una prueba certera.
Hernández fue director del establecimiento entre 1996 y 1999 y asegura que nunca supo de un caso así.
“Jamás tuve información al respecto de este tema, estando en la dirección del hospital nunca di ninguna autorización ni visto bueno sobre esto”, dijo Hernández. Asimismo, explicó que “era bien raro que una mujer llegara con su embarazo al hospital y se fuera sin su hijo y sin ninguna explicación”.
Para la vocera de la agrupación “Hijos y madres del silencio”, las irregularidades que ocurrieron en varios establecimientos públicos de salud estaban en manos de matronas, médicos, asistentes sociales y también personas vinculadas a la Iglesia Católica, ya que “se llevaron a muchos niños a Italia por medio de la Iglesia”.
De este modo la agrupación pide que las fichas de las madres que reclaman el arrebato de sus hijos al nacer se hagan públicas y así se ayude a la investigación de los casos.
“Casi siempre se archivan, a veces pasa que desaparecen por alguna eventualidad, por ejemplo inundación por lluvias y desaparecen los documentos que estaban guardados, pero generalmente siempre existe algún registro en alguna parte, sobre todo para las mujeres embarazadas y los niños recién nacidos, porque pasan por muchas etapas de registros”, declaró Carlos Hernández. De esta forma, enfatiza en que como ex director “nunca recibimos alguna denuncia, si pasó algo tiene que haber sido bastante encubierto”.
Iván Paul, exdirector del Servicio de Salud Ñuble, al ser consultado por este tema, manifestó que prefería informarse bien primero antes de realizar alguna declaración, pero afirmó que “sí escuché muchas veces sobre este tema en el hospital”.
Otro exdirector del hospital chillanejo en los 90’y 2000, Rodrigo Avendaño, no quiso referirse al tema enfatizando que él ya no era director.